viernes, 31 de octubre de 2008

Me mato mejor con canciones...

Abriremos con una declaración de intenciones: me apetecía desde hace tiempo hacer algo así. Llevo desde hace meses con la idea de escribir un blog sobre música rondando en la cabeza. Pero no un espacio general que hable sobre ella en cualquier vertiente. Quiero hablar sobre la música que me apasiona, o sobre aquello que me apasiona de la música en un aspecto concreto, incluso si no está objetivamente relacionado o puede llegar a parecer insignificante.

La idea inicial con la que nace este rincón es hablar de canciones desde un punto de vista personal e intransferible. Me gusta la idea de la música como una creación artística y el contexto que la rodea, de las historias que de algún modo pertenecen a las canciones no sólo desde un punto de vista histórico sino incluso emocional. Me parece que es un tema de lo mas evocador, siempre subjetivamente hablando claro (a fin de cuentas, quién quiere hablar desde la objetividad cuando se trata de sentir...) Pero querría hablar de lo que hay detrás de ellas en un sentido amplio: dentro, a su alrededor, antes o después de las propias canciones. Es indiferente que la historia que las acompañe tenga que ver con lo que se dice en su letra, con quien la escribe o con la propia percepción que alguien haga de ella.

Supongo que, en consecuanica, veces esto será un mero anecdatorio (quizá en realidad lo sea siempre, quizá a nadie le interese aquello que habla de vivencias ajenas más que como una anécdota...), y otras será sencillamente un capricho insignificante. Hablar por hablar, como esos pequeños placeres cotidianos que tan poco se valoran. Un guiño que tal vez sólo concierna a mi propio universo musical y emocional, que podrá o no enraizar con el título elegido para esta introducción (tomado prestado de una canción de Paco Cifuentes llamada Platos rotos). Porque yo creo que la vida o, al menos, partes concretas de ella, a veces caben en canciones que alguien escribió sin conocerte de nada. O por esa frase de Cuando éramos reyes en la que Quique González canta aquello de "el arte de vivir detrás de una canción..." Por todo eso empiezo a escribir desde este nuevo rincón.

Y porque, humilde y subjetivamente, creo que tengo cosas que decir sobre la música (sobre mi música) y, además, me apetece contarlas, claro. Faltaría más...

Así que, sin nada más que añadir, tan sólo...

¡Que suene la música!