"Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos"
Al final de alguna forma u otra siempre termina siendo Quique. Demasiados años junto a su música para que no volviera a este rincón que roba su nombre de otra canción suya hablando de él. Quería un comienzo mejor. Algo mucho más bonito o sentido. Quizá incluso algo deslumbrante por aquello de la vanidad. Así que le robé la frase a otro y terminé citando a Neruda (he tenido que buscarlo, no me escondo) por la frase que define un poco mi relación actual con él.
Su música marcó mi vida durante una cantidad inimaginable de tiempo, hasta el punto de que muchas canciones me cuesta separarlas de mis propias vivencias. Forma parte de mi vida como recuerdos de sitios a los que fui o gente que conocí, y muchas de sus canciones suenan dentro de mi cabeza sin motivo y son parte de mi propio cuerpo a un nivel casi fisiológico. Así que cuando saca una nueva canción supongo que aún se lo debo. Incluso cuando ya la sensación es otra porque ni él ni yo seamos ahora las mismas personas en cuyas vidas convergían sus canciones. Crecer con tu músico favorito puede ser bonito y frustrante, pero en el fondo lo más natural es reconocer que es sencillamente algo inevitable: hay que admitir que nuestras sensibilidades pueden separar sus caminos amistosamente y que poco a poco cada canción o disco nuevo sea agradable pero ya no aquel acontecimiento que una vez fue. Y es, en cierta manera, liberador. A Quique no le corresponde responder a mis expectativas ni a mí el imponérselas a estas alturas a su obra.
Así que ahora escucho Puede que me mueva creo que por tercera vez y espero a ver qué dicen de ella mis palabras. Habría querido que fuera algo más espectacular. Tanto su canción como mis palabras, claro. Seamos justos y exijamos por igual. Ésta no es la entrada que había imaginado pero es la que puedo ofrecer. Sigue cantando maravillosamente cuando dice "quiero intentar vivir", y puede que incluso mejor cuando frasea "quiero intentar sobrevivir" arropado por esos acordes tan familiarmente suyos y, por complicidad, tan míos. Va a ser el músico de guardia que me acompañe siempre, incluso cuando las canciones no me dejen mucho más que un par de sus frases inconexas tan suyas de ésas que te hablan sin decirte apenas nada en su contexto. Me habría gustado que me emocionara más o que yo esperase menos. Habría sido bonito reencontrarme con las ganas inmensas y no solo con esa sensación de alivio que produce ver que un viejo amigo apenas ha cambiado. También me habría gustado escribir algo mucho más hermoso, interesante o -sencillamente-inspirado. Pero aunque sienta que sus canciones ya no le hablan tanto a mi corazón como quisiera, yo también quiero dejar de sufrir por mucho que te duela justo en este momento de mi vida.
Así que tal vez Quique ahora no me esté dando lo que quiero pero sí podría ser lo que necesito.
Quizás, al fin y al cabo, los de antes aún no seamos tan distintos.